enero 25, 2010

La esclavitud en mis tiempos.

Por Luis Castillo*


La gente entiende como verdadero aquello que vive, tiene una visión empírica del mundo. Cuando los medios de comunicación construyen y delimitan la vida de esas personas lo que generan no es más que su propia verdad en la vida de estos, con esto quiero decir que los medios se han apropiado de la vida de millones y con ello de su verdad y al mismo tiempo que con esa misma verdad se apropian de sus vidas; de tal manera que la gente ha perdido su libertad y los medios de comunicación determinan que será de ellos. Bajo esta visión de la vida si existen verdades absolutas e innegables, la realidad es única y es la que eligen los medios que sea; el paradigma social está establecido por estos y el mundo se vuelve de acuerdo a intereses y no a verdades naturales. En este caso, la vida de millones se enajena para transportarla a un mundo ficticio, o bien, de realidades simuladas, donde las cosas no suceden por lógica, si no por magia, donde lo habitual es el sin sentido y donde las mentiras más obvias, tras ser mil veces reiteradas, se transforman en verdades irrefutables.

En este absurdo tan real, los medios de comunicación controlan sociedades enteras, porque son ellos quienes controlan las realidades y son ellos quienes se benefician de esto, obteniendo la ventaja de extraerles trabajo y con ello riqueza, acaparando su libertad y por tanto apoderándose de ellas, despojándoles y confiscándoles sus propiedades y pertenencias… convirtiéndoles en simples esclavos con la sencilla táctica de usurpar el lugar de la conciencia.

Por desgracia, en México son millones a los que les han enajenado su vida, o tal vez, han preferido entregarla a los medios de comunicación, por que el hecho de tener conciencia es complicado y el de llevar una vida libre también; porque para hacerlo se necesita decidir, y para decidir se necesita conocer la realidad natural de las cosas, y esta realidad se puede conocer únicamente cuestionándose para luego ir analizando, indagando, profundizando en las razones de las cosas, en las causas, en las consecuencias, en las estructuras, básicamente en los por qué. Tras ello existirán diversos enfoques y perspectivas de esta realidad, del por qué de las cosas; y cada una será tan legítima como la otra por la razón en que cada una proviene de la conciencia individual de las personas, tal vez no sea tan lógica o sensata por que se aleje de la realidad una más que otra, pero responde al cuestionamiento personal o colectivo y no una verdad inducida por un grupo a toda una entidad sin cuestionamiento y sustento alguno en cada persona o grupo y a través de tretas y artimañas.

Fomentar el espíritu crítico, o bien el pensamiento científico es promoverla libertad de las personas, es generar conciencia que repercute en el bienestar social y no solo el de un grupo que se sostiene destruyéndola. No hay verdades únicas, se vive bajo una diversidad de verdades que suscitan al desarrollo de más de estas y cerrarse a esto es lo mismo que entregarse a las verdades absolutas de los medios.

Los mexicanos así como la humanidad necesitan cuestionarse para ser libres, siempre cuestionar y criticar lo que les rodea para tener una conciencia más amplia y profunda y buscar que repercuta en el benéfico social tomando las mejores decisiones para este. Es momento de detener la enajenación de vidas y con esto la esclavización, es ahora cuando debemos de acabar con el poder de los medios.


*Opinión por Luis Castillo, estudiante de la Facultad de Economía, UNAM.Integrante de Udiversidad.Ciudad de México a 23 de enero de 2010. Contacto: a-096@hotmail.com.Colectivo Universitario Udiversidad.

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