El día 15 de agosto celebramos los primeros cinco años del Colectivo Universitario Udiversidad, que no son poca cosa si pensamos en las actividades que hemos realizado hasta este momento y el alcance que han tenido no sólo dentro de la UNAM, sino también hacia el exterior de nuestra Alma Mater; pensar que nuestro Colectivo poco a poco va consolidando su fuerza, y que de manera pertinaz va abriendo camino en pos del reconocimiento y el respeto de quienes formamos parte de la población LGBTTTI en nuestra Universidad, es motivo de orgullo para las y los que día a día empeñamos nuestra fuerza (física e intelectual) y nuestro corazón en todas y cada una de las labores que desarrollamos como Colectivo.
Lo que en su momento surgió como un espacio de solidaridad entre colegas ingenieros que buscaban apoyo y respaldo entre sus iguales, hermanados en su condición de diversos sexuales, se transformó en lo que hoy es nuestro Colectivo, liberando así un espacio dentro de la Universidad para que todas y todos aquellos que amamos, sentimos y cogemos diferente pudiéramos expresarnos libremente y organizarnos en aras del respeto a nuestras diferencias; los esfuerzos han sido enormes, las frustraciones no han faltado, los disgustos no han quedado fuera de nuestro trabajo y las fisuras han transformado el camino sobre el cual andamos, pero ello no es más que señal de nuestra resistencia y de la voluntad que nos mueve para seguir adelante en nuestra vereda.
No han faltado las voces que barruntan pestes sobre nuestro trabajo, que consideran que usurpamos un título que no nos corresponde [aún cuando nosotras y nosotros no decimos que somos “las más bonitas”], que nos llaman vendidos, salteadores, hipócritas, falsarios, y un largo etcétera que está por demás enunciar aquí; sin embargo, conviene decir que aún con todas las malas vibras que hay alrededor de nuestro trabajo, nosotras y nosotros seguimos haciendo eso, trabajando con la intención de mejorar las condiciones de nuestra población, y si las lenguas viperinas siguen arrojando su veneno, que lo hagan, pues, como dicen que dijo quien de verdad no lo dijo: “Si oyes ladrar los perros, es que en el camino [¿verde?] andamos.
No me queda más que felicitar a todas y a todos los que formamos parte de este Colectivo Universitario por nuestros primeros 5 años; desear que la buena voluntad no abandone los corazones de quienes seguimos trabajando por alcanzar nuestras metas, que algún día el dinero llegue para que nuestro trabajo ya no sea “de a gratis” [amén] y que no se termine ese gusto por hacer el trabajo que hacemos, pues cuando el trabajo se vuelve pura burocracia pierde su sabor y el paso sobre el camino se vuelve torpe y lento.
¡Hace cinco años sembramos la semilla… abonémosla todas y todos pa´ que sigua la mata dando!
Juan Carlos Cortés
16 de agosto de 2011.
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