Miguel Salazar Hernández de Cortés Tovar*
El pasado viernes 11 de noviembre, en las oficinas del la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), se llevó a cabo la reunión de las Comisiones Unidas que, conforme a la ley, revisaron y discutieron la conformación de la propuesta para reformar algunos artículos del Código civil del Distrito Federal la cual dejaría la posibilidad de que personas del mismo sexo puedan unirse en matrimonio; dicha propuesta se presentará ante el pleno de la Asamblea en esta semana.
Obviamente este tema resulta trascendental por todas las modificaciones que a nivel de gobierno, político y social, se tendrían que verificar en la sociedad mexicana para garantizar el acceso pleno de la comunidad LGBT a este derecho; sin embargo, es importante resaltar que este intento por colocar a la ciudad de México en posición de vanguardia en materia legislativa, no queda exento de frenos e impedimentos por parte de algunos legisladores, sobre todo de la fracción panista que, con la intención de mantener el status quo imperante, hacen todo lo posible para impedir que esta reforma se pueda llevar a cabo.
Algunos ejemplos de esta situación se manifestaron el pasado viernes, cuando legisladores panistas que conforman las comisiones unidas, se manifestaron en contra de presentar la propuesta ante el pleno de la asamblea, con lo cual no hicieron más que denotar su falta de compromiso para garantizar la provisión de derechos a todos los ciudadanos que ellos representan sin importar su preferencia sexual, su ignorancia al respecto de los procedimientos que deben seguirse para discutir las propuestas que se presentaran ante el pleno y la falta de interés por llevar a cabo una reflexión profunda de un tema tan importante como el que motivó la reunión de la comisiones
De entrada, la sesión se retrazó casi dos horas puesto que los legisladores panistas no se presentaron a tiempo en el lugar de trabajo, por lo cual no había el quorum necesario para iniciar la sesión; al filo de la siete de la noche se presentaron dos miembros de dicha bancada, y después de que el presidente de la mesa, David Razú, preguntara si había oradores en contra de la propuesta, los legisladores Lía Limón, Carlos Pizano y Fernando Rodriguez atendieron la noción y manifestaron su descontento en contra de la propuesta, echando mano de un argumento sumamente conservador que en aras de guardar las tradiciones impide el avance efectivo de la sociedad capitalina.
Conviene mencionar que antes de lanzar su perorata en contra de la propuesta, los legisladores panistas intentaron retrazar dicha reforma, argumentando que hacia falta la discusión a profundidad de dicho tema, por lo cual proponían que se abrieran foros de discusión y se recurriera a un plebiscito para “conocer la opinión” de la sociedad con respecto a este tema. La propuesta no es del todo descabellada, sin embargo, resulta peculiar que para un tema tan importante como la reforma a la Ley del Seguro Social, a la Ley del ISSSTE, y demás leyes que en últimas fechas se han estado reformando, no se haya considerado la opinión del pueblo, siendo que estos temas si afectan directamente a gran parte de la población, ¿Por qué entonces someter a plebiscito un tema que solo es de interés para un sector de la sociedad?; más aún, resulta descabellado organizar foros y plebiscitos para sujetar a discusión la provisión de derechos a los cuales todos debemos tener acceso sin importar ningún tipo de distinción.
Temas como este siempre han causado polémica y trabas en sectores conservadores y de derecha que desafortunadamente existen en esta sociedad, mismos que no quieren aceptar que los tiempos han cambiado, que la dinámica de las sociedades es algo que no se puede refrenar y que, para garantizar la justicia social y la libertad de todos los ciudadanos, conviene desprenderse de esos esquemas tradicionales que pretenden mantener los viejos esquemas relacionales de una sociedad patriarcal, misógina, heterosexista y demás; el machismo también es tradicional puesto que siempre ha sido la expresión despótica de los varones que detentan el poder en sociedad, ¿acaso entonces debemos apelar al sostenimiento del despotismo masculino porque hombres como el patriarca Abraham, el filósofo Aristóteles y el protestante Juan Calvino legitimaron los malos tratos hacia las mujeres?
Más allá de que la institución del matrimonio se encuentre en franco descenso por ser un contrato a todas luces obsoleto, y más allá de que muy pocas personas de la comunidad LGBT francamente deseen contraer matrimonio, la posibilidad de establecer un vínculo matrimonial legalmente reconocido supone el pleno acceso de todos los ciudadanos a los derechos que la ley debe guardar para todos sus gobernados, por lo cual la reforma la Código Civil supone un avance en el reconocimiento de los derechos a los cuales Gay y Lesbianas aún no tenemos acceso.
Con la reforma al Código Civil se abre la posibilidad que personas del mismo sexo al unirse legalmente puedan tener acceso a los derechos reconocidos en este contrato, tales como: derechos sucesorios, a la seguridad social, pensiones y más. Esto sería un logro más para la comunidad LGBT, quien cada vez más debe reclamar su inclusión en el tejido social, reconociendo los derechos a los cuales debe tener acceso por el simple hecho de estar constituida por seres humanos y por el simple hecho de que la comunidad cumple con sus obligaciones.
Sin embargo la comunidad ha permitido que se sesgue una vez más su acceso a los derechos al aceptar que, en el párrafo correspondiente a la ADOPCION que existe en el Código Civil, se incluya un apartado que prohíba la adopción por parte de parejas o matrimonios del mismo sexo; algunos miembros de la comunidad LGBT no están de acuerdo en que este candado se le haya puesto, pero como los mismos diputados promotores de esta reforma lo argumentaron en este sesión de trabajo, esto cierra la posibilidad de que la fracción panista y afines a ellos puedan evitar que esto pueda ser aprobado en el pleno; no obstante, conviene no perder de vista que, así como en el caso del matrimonio, la adopción por parte de parejas del mismo sexo puede realizarse sin menoscabar la integridad de los niños, por lo cual en un futuro se debe retomar la discusión hasta que la adopción nos sea permitida.
Los miembros de la comunidad LGBT tenemos y debemos estar al pendiente de lo que suceda en esta semana, ya que es de vital importancia el ir a manifestarnos en las afueras del recinto legislativo cuando se lleve a cabo la votación, como una manera de presionar y de demostrar que esa reforma nos interesa. Se deben dejar atrás las disputas y los conflictos que se han generado entre las distintas organizaciones de la comunidad LGBT, hoy más que nunca debemos estar unidos, tenemos que demostrar el gran peso social y político que podemos llegar a representar.
Trabajemos y peleemos por los derechos a los cuales debemos tener acceso, por el simple hecho de ser seres humanos que cumplimos con nuestras obligaciones como la gran mayoría que integra esta sociedad. Ya basta de que singan atropellando nuestra condición de seres humanos al restringir el acceso a nuestros derechos.
Hagamos equipo, conjuntémonos, no se trata de apoyar a una persona o a un partido político, se trata de que esta Reforma al Código Civil sea aprobada para el beneficio de la comunidad. Porque debemos recordar que la comunidad LGBT no tiene lideres.
Alcemos la voz a favor de nuestros derechos, reclamemos todos, como comunidad, nuestro reconocimiento igualitario ante la ley, puesto que ninguna diferencia, aún a pesar de lo que diga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es suficiente para restringir los derechos a los seres humanos.
*Estudiante de la FCPyS de la UNAM. Integrante del Colectivo Universitario Udiversidad.Reflexión Política "Derecho a la unión civil entre personas del mismo sexo".Udiversidad, México 2009.
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