De los hoteles de paso a hoteles del amor
Actualmente México vive una nueva plaga, no es ningún bicho que busca comerse toda la cosecha de maíz de la temporada, tampoco es un pájaro que solo era visto en las zonas costeras, mucho menos es una enfermedad que pueda acabar con la mitad de la población, es una epidemia de hoteles de paso. Esto nos permite ponernos a pensar en ¿Cuál es el origen de los hoteles de “corta estancia”? ¿Cuál era su principal propósito? Y ¿en que se han convertido?
De acuerdo con Diana Vázquez Investigadora del Instituto Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, en su artículo empleado por la pagina Hotelesdepaso.com, fue entre la década de los años treinta y los cuarenta durante la migración española provocada por la Guerra Civil, cuando estos lugares nacieron, surgieron como uno de los tantos negocios que impulsaron los gallegos y asturianos al igual que las panaderías, tiendas de abarrotes, cantinas y mueblerías.
El principal propósito que tenían lo llamados hoteles de corta estancia era brindarles a los viajeros, camioneros y comerciantes, un lugar en donde pudieran pernoctar y continuar su viaje al amanecer, la ventaja que se les ofrecía a los visitantes era poder estacionar su automóvil cerca de su habitación. Es por esta razón que se les conoce como Moteles (por la fusión de la palabra motor y hotel).
Si bien este era la razón de ser de los hoteles de paso, algunas personas hallaron en estos establecimientos un lugar en donde podrían tener un momento de intimidad con su pareja o con su amante, también son empleados por sexoservidoras para llevar a cabo su rutina diaria y han dejado a un segundo plano el ofrecerle un lugar para dormir a los viajeros.
De acuerdo a su ubicación respecto de la ciudad, fueron clasificados en céntricos y periféricos, en los primeros son los establecidos en el centro de la ciudad y en los que se presentan mayores casos de prostitución. Los segundos son utilizados principalmente por viajeros que clase media que optan por quedarse en un motel cuando deciden viajar en carretera.
Al ser ya vistos como santuarios de la sexualidad, los hoteles de paso han comenzado a tener un sinfín de transformaciones, actualmente en México somos testigos del auge de los también llamados hoteles del amor. Esta novedosa idea fue impulsada por el diseñador en interiores Aurelio Vázquez Duran, con el propósito de quitarle el estigma de lugares de mala muerte a los hoteles que son usados por las parejas para construir ahí su “nidito de amor”
Estos hoteles están enfocados principalmente en personas de la llamada clase media, debido a que en la actualidad la palabra motel se había convertido en un sinónimo de suciedad y prostitución. Estos lugares le ofrecen a sus clientes la posibilidad de hacer realidad sus fantasías, dependiendo del establecimiento, podemos encontrar desde disfraces para comenzar un juego erótico hasta lugares en donde se ofrecen kits para masajes.
La Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles tiene estipulado que un noventa por ciento de los hoteles de paso que existen en México siguen siendo de propiedad española, incluso son el sostén económico de por lo menos 800 familias de gallegos y asturianos.
De acuerdo con Diana Vázquez Investigadora del Instituto Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, en su artículo empleado por la pagina Hotelesdepaso.com, fue entre la década de los años treinta y los cuarenta durante la migración española provocada por la Guerra Civil, cuando estos lugares nacieron, surgieron como uno de los tantos negocios que impulsaron los gallegos y asturianos al igual que las panaderías, tiendas de abarrotes, cantinas y mueblerías.
El principal propósito que tenían lo llamados hoteles de corta estancia era brindarles a los viajeros, camioneros y comerciantes, un lugar en donde pudieran pernoctar y continuar su viaje al amanecer, la ventaja que se les ofrecía a los visitantes era poder estacionar su automóvil cerca de su habitación. Es por esta razón que se les conoce como Moteles (por la fusión de la palabra motor y hotel).
Si bien este era la razón de ser de los hoteles de paso, algunas personas hallaron en estos establecimientos un lugar en donde podrían tener un momento de intimidad con su pareja o con su amante, también son empleados por sexoservidoras para llevar a cabo su rutina diaria y han dejado a un segundo plano el ofrecerle un lugar para dormir a los viajeros.
De acuerdo a su ubicación respecto de la ciudad, fueron clasificados en céntricos y periféricos, en los primeros son los establecidos en el centro de la ciudad y en los que se presentan mayores casos de prostitución. Los segundos son utilizados principalmente por viajeros que clase media que optan por quedarse en un motel cuando deciden viajar en carretera.
Al ser ya vistos como santuarios de la sexualidad, los hoteles de paso han comenzado a tener un sinfín de transformaciones, actualmente en México somos testigos del auge de los también llamados hoteles del amor. Esta novedosa idea fue impulsada por el diseñador en interiores Aurelio Vázquez Duran, con el propósito de quitarle el estigma de lugares de mala muerte a los hoteles que son usados por las parejas para construir ahí su “nidito de amor”
Estos hoteles están enfocados principalmente en personas de la llamada clase media, debido a que en la actualidad la palabra motel se había convertido en un sinónimo de suciedad y prostitución. Estos lugares le ofrecen a sus clientes la posibilidad de hacer realidad sus fantasías, dependiendo del establecimiento, podemos encontrar desde disfraces para comenzar un juego erótico hasta lugares en donde se ofrecen kits para masajes.
La Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles tiene estipulado que un noventa por ciento de los hoteles de paso que existen en México siguen siendo de propiedad española, incluso son el sostén económico de por lo menos 800 familias de gallegos y asturianos.
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