La sociedad no tiene mucho que ver con estos comienzos.
El gusano se encuentra en el corazón del hombre.
Allí hay que buscarlo.
Es preciso seguir y comprender el juego moral
que lleva de la lucidez frente a la existencia
a la evasión fuera de la luz.
Albert Camus, El mito de Sísifo
Todo episodio de la historia merece, por muy cotidiano que parezca, ser narrado, no sólo de manera oral, sino también de manera escrita, con ello la memoria de ese suceso no se quedará en el olvido que produce la rutina.
Con los jóvenes pasa algo curioso, tal pareciera que no son capaces de proporcionar nuevos derroteros para la humanidad, según lo dice una sociedad inmersa en el tedio. Tal pareciera que no son dignos de pensarse a sí mismos, y a partir de ello, generar las utopías que serán motor para la transformación.
En la Primera Jornada Cultural de la Diversidad Sexual en la UNAM, se contradijo esta idea que condena a los jóvenes diversos a la grísea masa que se mueve diariamente. Podemos citar, sin menoscabo, a Herbert Marcuse e identificaros con lo que escribe:
Los jóvenes militantes [léase en este caso los jóvenes diversos, udiversos] saben o presienten que lo que está en juego es simplemente su vida, la vida de los seres humanos que se han convertido en objeto de diversión en manos de los políticos, los administradores y los generales. Los rebeldes quieren sustraerla de esas manos y hacerla digna de ser vivida; se dan cuenta de que esto es posible todavía hoy, y que para alcanzar esta meta se requiere una lucha que ya no puede ser contenida por las reglas o los reglamentos. [1]
Podemos agregar: las reglas de una sociedad que no incluye, deshumaniza y trivializa lo que es importante de ser vivido: el amor, la libertad, la justicia, la amistad, la esperanza, el placer de sentirse vivo. Es muy importante unirnos con todos aquellos que sueñan con un mundo diferente, que impulsan la transformación que incumbe a tod@s, a todos los que trabajan por el pleno reconocimiento de la divergencia en la humanidad, que apelan a la bendita diversidad del humano.
Con esa intención el colectivo Udiversidad se dio a la tarea de organizar, con el apoyo de la UNAM y otras instituciones afines, esta Primera Jornada, realizada del 17 al 25 de septiembre de 2009. Ahí, in situ, se habló de una multiplicidad de temas que hicieron reflexionar a más de uno. Más de dos se dijeron entre sí, parafraseando al Quijote: Con la diversidad hemos dado querido Sancho, querida lesbiana, querido gay, querido bisexual, querido transexual, querido transgénero, querido trasvesti, querido intersexual, querido asexual, querido heterosexual … y todo lo que se agregue esta semana, como se dijo repetidas veces en la jornada.
Lo sexual se hizo político, en estos siete días de actividades. Nos pudimos dar cuenta que no es un asunto de menos interés a la comunidad universitaria, que no es un tema, este de la diversidad sexual, ajeno al imaginario social, ni mucho menos de poca mención.
Agradecemos a los que se solidarizaron, a los que no se dejaron arrastrar por la desesperanza y se pusieron cera en los oídos para no escuchar el sonido de las sirenas; sirenas que querían boicotear, de alguna manera, la aspiración a levantar la voz y hacer notar la bandera multicolor. Agradecemos a los que, suo tempore, supieron gestionar y abrir los caminos para el andar de esta jornada.
Se habló, en estos días, de ordenamientos jurídicos, de colectivos de estudiantes, de políticas públicas y situaciones legales de la diversidad sexual. Se compartieron testimonios, se tocaron temas de índole religioso, científico, social y político. Se habló de VIH-Sida, de ITS, se dio información para una sexualidad saludable y por tanto digna de ser disfrutada.
Se dijeron tantas cosas, se hicieron muchas preguntas, pero lo más importante: se sembraron semillas que muy pronto comenzarán a dar fruto en el pensamiento, en la reflexión de los que asistieron a las actividades de la Jornada. Los sembradores son los ponentes, que tan generosamente compartieron sus reflexiones, fueron también los alumnos que manifestaron sus inquietudes. Lanzaron semillas al campo los que estuvieron en la logística y apoyo técnico, sembraron todos aquellos que se involucraron, desde los que abrieron los auditorios hasta los que convocaron a ruedas de prensa.
De alguna manera en el leimotiv de los que se adhirieron con la jornada, se rumoraba el “prohibido prohibir” que en la década de los sesentas lanzaba una lucha a la moral tradicional, blanca, capitalista y heterosexista. La liberación sexual germinó y con ello la búsqueda de mejores escenarios para los que salían de la norma. ¡Qué placer causa salir de lo normativo y entrar en la búsqueda del propio deseo! ¡Savoir vivre!
En la actualidad, y apropósito de esta Jornada de Diversidad Sexual, los udiversos se dieron cuenta de que no sólo es la socialité del “ambiente”, sino también la transformación cultural del establishment y la creación de nuevas formas de mirar la vida, de mirar al otro, todo motivado por la esperanza, y a sabiendas, de que “otro mundo es posible”.
Las campanas se echaron al vuelo, y ahí sin falta, en el máximo templo del conocimiento en México, la UNAM, se dieron cita todos aquéllos fieles de la sagrada comunidad de la diversidad sexual. En esta reunión, vis-à-vis, pudimos reflexionar juntos sobre lo que somos, lo que fuimos y lo que deseamos ser.
*Estudiante de sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. carlosarveca@yahoo.com.mx
[1]Herbert Marcuse, Un ensayo sobre la liberación, México, Joaquín Mortiz, 1969, pp. 9-10.
Reflexión sobre la Primera Jornada Cultural de la Diversidad Sexual en la UNAM por el compañero Carlos A. Ventura Callejas , integrante de Udiversidad, durante la reunión del día 02 de octubre de 2009, Ciudad Universitaria, UNAM.
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